domingo, 13 de mayo de 2012

Entrevista con Yamada Sensei realizada en el año 2008

Yoshimitsu Yamada
8° Dan, Shihan
Presidente de USAF

Esta entrevista fue publicada por primera vez en Aikido East el mes de Enero de 2009.

Si hubiese una sola cosa, ¿cuál sería ese algo en particular que usted quisiera impartir a todos los alumnos del Aikido?

Yo quisiera que la gente apuntara a un nivel más elevado de Aikido, a través de una práctica divertida y positiva.

En su condición como maestro, ¿cómo ha afectado su progreso a través de su carrera en el Aikido?

Dado a que comencé a enseñar desde joven, creo que progresé más mientras enseñaba que cuando entrenaba. Entiendo la perspectiva de quien aprende, y teniendo este punto de vista más amplio, pude enfrentar los asuntos de manera más positiva.

La forma en que enseñaba a los alumnos en Japón no daba resultado en los Estados Unidos. Los alumnos aquí son más grandes, y yo necesitaba tener algo convincente para demostrar. Físicamente yo no estaba al mismo nivel que ellos, así que mis movimientos inevitablemente se desarrollaron.

¿Cómo llegó a desarrollar su estilo personal del Aikido?

¿Cómo encontré mi propio Aikido? Tres maestros tuvieron gran influencia en mí, Kisaburo Osawa Sensei, Koichi Tohei Sensei, y Kisshomaru Doshu.

Naturalmente, absorbí lo que aprendí de ellos a mi manera. Aprendí los movimientos grandes y fluidos junto con una atmósfera indescriptiblemente pacífica y cálida de Osawa Sensei.

De Tohei Sensei aprendí a liberar la fuerza física y relajar el cuerpo a la vez que me tornaba fuerte y flexible. Su Aikido me dio una idea de cómo enseñar a extranjeros de contextura física más grande.

Y fue la pureza de las técnicas de Kisshomaru Sensei que encontré extremadamente importante. Sus técnicas fueron fieles a lo básico, ortodoxas por decirlas así, y sin pretensiones.

¿Usted ve algún aspecto en particular de la práctica del Aikido de hoy en día que le molesta?

Recientemente, pareciera que la gente dependiera más de situaciones asumidas. Muchas personas involucran su propio punto de vista, pensando “bajo estas circunstancias, las cosas deberán transcurrir como yo las asumo que harán.” Esto pareciera ser lógico porque nos enseñan “cómo uke ha de moverse”. Sin embargo, nadie caería de “la forma correcta” si no tuviesen conciencia de cómo hacerlo. Esto lo encuentro difícil de aceptar, como persona que practica el Aikido de forma práctica. En realidad sí creo que alguien puede llegar a ser imprudente con este tipo de actitud.

¿Cuál es su visión sobre aprender con maestros aparte del instructor principal de uno?
Respecto a esto, siento que Kisshomaru Sensei me enseñó un Aikido serio. Después de todo, es muy importante ser enseñado por un buen maestro a fin de poder avanzar. También es importante aprender de varios maestros, si uno tiene esa oportunidad. Es importante tener una actitud de mentalidad abierta hacia esas oportunidades, sin estar fijado en tus propias restricciones. Si hallas algo valioso en tales oportunidades, deberás tomarlo o robarlo sin ninguna vacilación. Sin embargo, no debería tratarse de un caso de mímica total, sino de tu propia interpretación de lo que has visto. Cada persona está construida de forma diferente, así que simplemente copiarse de otra persona que no está construida de la misma manera que tú, se vería ridículo.

Hay algunos maestros de Aikido que prohíben a sus alumnos asistir a los seminarios de otros maestros. Yo no les prohibiría a mis alumnos, y creo que esto es importante. Cada maestro tiene algo bueno que ofrecer, así que los alumnos deberán poder adquirir esto. Nosotros los humanos somos todos diferentes, y todos somos buenos en nuestras propias maneras.

¿Hay cosas que usted ve en la práctica diaria que impide que los alumnos progresen?

Hay personas que practican de una manera que les impide hacer progreso, sin importar cuántos años practican. A ellos no les importa que estén cometiendo errores tan básicos como no pararse bien en hanmi o hacer movimientos descuidados y negligentes, aún cuando se convierten en cinturones negros. Es aceptable que los principiantes cometan errores o no puedan moverse apropiadamente. Sin embargo, no se le puede esperar progreso a aquel que hace técnicas negligentes mientras él mismo piensa que está haciéndolas correctamente.

Hay una postura correcta para cada técnica. ¿Es esencial comprenderla correctamente?

Sin embargo muchas personas, por alguna razón, se enfocan demasiado en la parte superior del cuerpo y luego el trabajo de los pies se vuelve negligente. Dado a que su pareja en Aikido sigue cayéndose, tienden a creer que están haciendo la técnica correctamente. Detesto cuando veo tal actuación en los exámenes.

Las técnicas se deben ejecutar de forma clara y convincente, para que funcionen con la pareja. De otra manera, la práctica se torna insignificante. La posición y el balance deben ser mantenidos correctamente. A fin de poder hacer eso, el trabajo de pies debe ser firme. Sólo así es cuando funcionará la técnica, con el fluir y el balance que se mantiene después de la proyección, haciendo que el movimiento en general sea hermoso.

¿Qué pueden hacer los maestros para ayudar a que el alumno evite estos errores?

A veces también existe un problema en el lado de la instrucción. Hay algunos maestros que detienen el movimiento de sus alumnos, y tratan de enseñarlos detalles pequeños. Los alumnos no progresan si se les enseña así. Está bien dejar el proceso de descubrimiento a los alumnos. Siempre y cuando los puntos clave se enseñen claramente, no es necesario decirles los pequeños detalles.

Por ejemplo, en el caso de enseñar a una persona invidente cómo llegar desde el punto A al punto B, la persona invidente primero necesita ser guiada para poder ir al punto B por si sola. En el camino, la persona podría tropezarse con algo o quizás caerse. Aún más, la persona hasta quizás no podrá caminar a un ritmo de paso deseado. Pero de esta forma, la persona tiene la oportunidad de poder seguir el pasaje hasta llegar a su destino final en su propio tiempo. Los pequeños detalles se pueden aprender después.

Si detienes frecuentemente a la persona para decirle una y otra vez, “Es peligroso acá, así que ten cuidado,” esa persona no podrá aprender el camino a su destino. Similarmente, si un alumno es detenido para enseñarle pequeños detalles desde el comienzo, la práctica no podrá ser divertida.

¿Hay alguna otra cosa que usted quisiera decir sobre la actitud de práctica de un alumno?

Una cosa más que quisiera enfatizar es sobre tener una actitud positiva hacia la práctica. No se puede avanzar si tienes dudas sobre el Aikido. El progreso mediante la solución de preguntas es por seguro un método; sin embargo esa actitud es para las personas que ya han aprendido una cantidad considerable de Aikido. Es una pérdida de tiempo si uno se la pasa pensando, “¿Este ikkyo funcionará de verdad?”, mientras está practicando. Yo creo que la práctica del Aikido debería hacerse de forma positiva y seria. Con esto no quiero decir de forma austera porque es importante disfrutar la práctica. Espero que la gente practique Aikido apasionadamente con alegría.

Aikido es muy profundo. Quisiera que la gente no estuviese satisfecha con sus niveles o estados actuales – aún si en cierto grado sean avanzados – más bien si pudiesen apuntar hacia una práctica aún más elevada y más feliz.

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